La principal causa de muerte en menores de cinco años es la desnutrición infantil, que llega a provocar terribles consecuencias en el desarrollo físico y cognitivo de los niños. Año tras año, la desnutrición infantil se cobra alrededor de 3 millones de vidas en todo el mundo y pese a tener efectos que son fácilmente reconocibles, a veces la desnutrición puede pasar inadvertida, provocando la muerte.

Medir y pesar a los niños es fundamental para establecer el nivel de desnutrición que padecen, así como realizar análisis de manifestaciones clínicas y marcadores biomédicos.

La desnutrición puede provocar la muerte en el niño por enfermedades que a priori no son mortales, como la neumonía, la diarrea o la malaria. Además, si el niño sufriera alguna infección, esto le podría acarrear problemas muy serios en el desarrollo físico y cognitivo del niño.

Los cuatro tipos de desnutrición infantil que se dan son:

  • Desnutrición crónica: la desnutrición crónica se da cuando el niño sufre un retraso en el crecimiento (baja talla). Es el tipo de desnutrición más difícil de diagnosticar, y que muchas veces permanece en la sombra.
  • Desnutrición aguda moderada: la desnutrición aguda moderada se da cuando el niño pesa menos de lo que le corresponde por su altura.
  • Desnutrición aguda grave: la desnutrición aguda grave aparece en el niño cuando hay una gran diferencia entre su peso y estatura. Es de alto riesgo, por lo que hay que actuar inmediatamente.
  • Carencia de vitaminas y minerales. La desnutrición por falta de vitaminas y minerales tiene en el niño consecuencias distintas. Así, por ejemplo, una falta de vitamina A acarrea infecciones y la posibilidad de quedarse ciego, mientras que la falta de hierro dificulta el aprendizaje.

Para combatir la desnutrición infantil es necesario un diagnóstico precoz y que lleve a los especialistas a tratarla cuanto antes. Por eso es imprescindible tu ayuda. Desde Fundación Gota de Leche queremos pedirte tu colaboración, para que juntos podamos luchar contra ella.