Os queremos hacer partícipe de la entrevista que le realizó el periódico digital elfarodigital.es, al presidente de la Fundación Gota de Leche, Ignacio Gómez de Terreros.
Podéis leerla íntegramente aquí.
El presidente de la fundación ‘Gota de leche’ señala que las administraciones sí se preocupan por la infancia, pero que, en muchas ocasiones, falla la coordinacioón entre las distintas áreas.
Ignacio Gómez de Terreros es un pediatra, ya jubilado, con una enorme popularidad en su ciudad natal, Sevilla. Allí ha ejercido su profesión durante más de cuarenta años, pero no ha pasado desapercibido, porque su labor social dedicada a la infancia le han hecho convertirse en una verdadera referencia cuando se debe hablar de los niños.
Ha ejercido durante cuarenta años como pediatra en un hospital de referencia en toda Andalucía como es el ‘Virgen del Rocío’ de la capital hispalense. Pero no solamente se ha dedicado a ser pediatra, ha sido un pediatra muy especial, porque aplicaba hace ya más de treinta años una visión social de la Pediatría.
Estuvo en Ceuta hace unos días para presentar un programa de atención a la infancia, auspiciado por la Fundación La Caixa, y que llevará adelante la Fundación ‘Gota de Leche’ que preside. Por supuesto, es una verdadera enciclopedia abierta.
-Usted lleva muchos años dedicado al mundo de la infancia. ¿El niño está hoy en días más desprotegido que antes?
-Comencé mi actividad como pediatra y de relación con el mundo de la infancia en el año 1967 y lo cierto es que si comparamos esa época con la actualidad, ni mucho menos están los niños de hoy en día más desprotegidos que antes. Hay años luz a favor. Lo que sucede es que, como consecuencia de la crisis económica, nos encontramos, ahora mismo, con una situación más relevante. No podemos olvidar que la pobreza severa aumentó en un setenta por ciento desde el año 2009. Cuando inicié mi etapa como pediatra muchos niños que veíamos tenían problemas de desnutrición profunda, ahora lo que vemos son niños malnutridos.
-¿Esa es una de las razones del programa que, de manera conjunta, con la Fundación La Caixa traen a nuestra ciudad?
-Es una de las razones por las cuales hemos puesto en marcha el Programa de Leche para bebé de 0 a 1 año. En esa etapa es necesaria la leche porque la misma contiene una serie de nutrientes que permiten no criar a niños con raquitismo. El cerebro se está desarrollando y necesita de esos productos que contienen la leche, porque de otra manera si no cuentan con la misma podría repercutir en su desarrollo.
-¿Son los niños los grandes perjudicados de la crisis?
-No me cabe la menor duda de que los niños han sido y son los más perjudicados de esta crisis económica. Siempre he mantenido que los más pequeños son los últimos de la fila. Es una realidad que he podido comprobar a lo largo de mi años de experiencia. Le voy a poner un ejemplo, durante muchos años he sido el jefe del Servicio de Pediatría de un hospital de referencia como es la Ciudad Universitaria Virgen del Rocío, pues bien, lo último que se ha actualizado siempre ha sido este departamento y toda la zona que dependía del mismo. Mi objetivo es que eso no continúe ocurriendo.
-¿Póngame un ejemplo de una acción que haya emprendido recientemente en este sentido, para que los niños no sean los últimos de la fila?
-Una de las ideas que hemos puesto en marcha desde la Fundación ‘Gota de Leche’ ha sido lo que hemos denominado el Foro de los Colegios Profesionales. Un foro donde nos damos cita todos los colegios que, de alguna manera, tienen que ver con la infancia como es el caso de los Colegio de Médicos, Psicólogos, Educadores Sociales o Trabajadores sociales, entre otros.
-Su actual zona de ubicación de la Fundación se resume a la comunidad autónoma andaluza. ¿Cuál es la razón por la cual han decidido dar el salto a Ceuta?
-En primer lugar, le diré que los fines de la Fundación ‘Gota de Leche’ se centran en cualquier tipo de actividad que venga a redundar en beneficiar la calidad de vida de la infancia. Nosotros, aunque nacimos en Andalucía y trabajamos en el conjunto de la comunidad autónomas, con una serie de convenios hemos estado trabajando también en Latinoamérica, en países concretamente como Bolivia o Perú. Pero nos vimos en la obligación de abandonar todos los proyectos que teníamos en marcha, porque nos hemos quedado sin fondos para continuar. Sin embargo, cuando entramos en contacto con la Fundación de la Caixa y nos explicaron el proyecto que querían poner en marcha y con el que estábamos totalmente de acuerdo, nos indicaron que su zona de expansión no solamente se incluía Andalucía, sino también la Ciudad Autónoma de Ceuta. Y la verdad es que me sentí muy satisfecho, porque he tenido la oportunidad de venir en muchas ocasiones y nos pusimos a trabajar, entrando en contacto con nuestros compañeros de esta ciudad. Y la verdad es que quiero aprovechar esta oportunidad para comentarle que he visto una ciudad muy cambiada.
-Durante su reciente visita a Ceuta comentó, en la rueda de prensa en la que participó, que le habían sorprendido las instalaciones del Hospital Universitario.
-Le recuerdo que he estado durante cuarenta años trabajando como pediatra en un hospital de referencia como es el Virgen del Rocío de Sevilla, pero cuando llegué al Hospital Universitario de Ceuta, me dije que allí estaba una infraestructura con la cual había soñado toda mi vida, con esos espacios tan grandes, el hall de entrada impresionante. Luego, me llevaron a ver el Servicio de Pediatría y le puedo a decir que cuentan con habitaciones de clínicas privadas. O un Servicio de Neonatología perfectamente equipado. Y aún recuerdo, porque también lo conocí, el antiguo Hospital de la Cruz Roja y, por supuesto, no tiene nada que ver. Otra cosa distinta es que desconozco los verdaderos problemas que luego la clase sanitaria puede contar en el día a día, pero si es verdad es que los medios son muy buenos.
-¿Ha recibido muchas satisfacciones durante sus años como pediatra?
-Uno de mis primeros destinos fue en la Casa cuna que pertenecía a la Diputación de Sevilla. Ya en esos años finales de los sesenta puse en marcha una serie de medidas que ahora son las que se aplican en muchos lugares en relación con los niños que están acogidos por las administraciones. Lo cierto es que siempre he tenido la capacidad de rodearme de grandes equipos en todos los lugares donde he estado, tanto desde el punto de vista profesional, como en otros cargos que he tenido. Porque no solamente intentaba salvar la vida de los niños cuando los mismos caían enfermos, sino que tuvieran una oportunidad de darle una salida en su vida. Mi idea de la Pediatría siempre ha sido lo que hoy en día se conoce como la Pediatría social. Lo cierto es que he disfrutado en todas las etapas de mi vida profesional.
-Hace ya cuatro años que se jubiló, pero sigue en la brecha.
-Ahora mismo soy secretario general de la Academia de Medicina de Sevilla, desde donde intento darle una visión social. Además, ocupo la Presidencia de la Fundación ‘Gota de Leche’ y durante once años he sido presidente del Consejo Andaluz de Atención a Menores y aunque todavía estoy al frente, ya le he pedido al Gobierno andaluz que deseo dejar este cargo, que busquen a otra persona, aunque continuaría como vocal del mismo.
-¿Se siente satisfecho en la Presidencia de la Fundación ‘Gota de Leche’?
-Tengo muy claro que el gran patrimonio de la Fundación es su capital humano. He podido contar con muchos profesionales que están imbuidos en el apartado social de la Pediatría. Por supuesto, que debemos poner en marcha muchas acciones que beneficien a los niños de manera directa, pero entiendo que estamos en el siglo XXI y estamos obligados a fomentar otro tipo de actividades de sensibilización, formación o asesoría.
-¿Las administraciones se preocupan realmente de la infancia?
-En estos once años en que he sido presidente de ese Consejo Asesor de la Junta de Andalucía, le puedo confirmar que las administraciones sí se preocupan por los niños. Pero, luego, la realidad es otra bien distinta, porque hay un aspecto que falla de manera importante como es la coordinación. En Andalucía, por ejemplo, falla esa coordinación entre Salud, Servicios Sociales y Educación. Hay que buscar una fórmula para potenciar los recursos para obtener más rentabilidad. Hay preocupación, pero cuando se quieren llevar las ideas a la práctica, es cuando se falla. Desde mi punto de vista, otro problema es la distancia que existe entre quienes programa desde arriba y los profesionales que están luego en el día a día. No se consulta con quienes más experiencia tienen.
-¿Hasta cuándo aguantarán las fuerzas?
-Soy la locomotora y la verdad es que me da miedo el pararme, porque entiendo que mi labor es la de impulsar y motivar a los equipos de profesionales que están con nosotros. Ellos son en realidad los que trabajan en el día a día, pero lo cierto es que mientras las fuerzas me aguanten continuaré adelante con todo.