44 millones de niñas menores de 14 años son víctimas de la mutilación genital, y muchas de ellas lo sufren antes de cumplir los cinco años de edad.
Son datos extraídos del último informe de Unicef titulado La mutilación genital femenina: una preocupación mundial que señala que en el mundo existen al menos 200 millones de niñas y mujeres víctimas de la ablación genital.
La ablación genital es una práctica que atenta contra la vida de las mujeres y viola sus derechos. Pese a ser una práctica cada vez más rechazada por las comunidades y los pueblos, está presente en todo el mundo y se realiza principalmente en 3 países: Egipto, Etiopía e Indonesia. En la actualidad, apunta Unicef, existen 5 países que han aprobado leyes para condenar estas prácticas y desde 2008 suman más de 15.000 las comunidades y distritos que han abandonado estas prácticas.
La mutilación genital provoca hemorragias, infecciones, desarreglos menstruales, traumas y puede acabar incluso con la vida de la mujer durante el parto y la del bebé.
Por desgracia, estas prácticas, según señala Unicef, han aumentado en el año pasado en 70 millones de mujeres y niñas, debido al aumento de la población pero también al aumento de la información de los casos.
”Determinar la magnitud de la mutilación genital femenina es esencial para eliminar la práctica. Cuando los gobiernos recopilan y publican las estadísticas nacionales se encuentran en una mejor posición para entender el alcance del problema y acelerar los esfuerzos para proteger los derechos de millones de niñas y mujeres”, señala la directora ejecutiva adjunta de UNICEF, Geeta Rao Gupta.
Un dato importante es que en los Objetivos de Desarrollo Sostenible para 2030 se incluye la eliminación de la mutilación genital femenina, por lo que el compromiso de la comunidad europea será fundamental para combatirla.
Por su parte, la directora general de Plan Internacional en España, Concha López, insiste en que “eliminar la mutilación genital femenina en la próxima década debe ser una prioridad para la agenda internacional. Si las leyes no se aplican con firmeza y no se destinan los recursos necesarios para su cumplimiento, el esfuerzo será en vano. Con el compromiso de la comunidad internacional, podemos poner fin a la mutilación genital en una generación”.