Datos sobre el estado de la pobreza en España
“El estado de la pobreza”, el VI Informe de la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social de España (EAPN), ha publicado los datos sobre pobreza y no son nada buenos.
Desde el año 2009 hasta la fecha, la cifra de personas pobres en España se ha incrementado hasta situarse en 1.788.358 personas más. Además, el indicador AROPE (que mide la pobreza, la baja intensidad en el empleo y la privación material) apunta que en la actualidad hay un 28,6% de personas que viven en riesgo de exclusión social, en concreto 13.334.573 personas, mientras que en 2009 eran 11.546.214 personas (el 24,7%).
A pesar de la gravedad de las cifras, la organización insiste en el hecho de que los datos no reflejan el empobrecimiento real que sufre la población, «esto sucede porque no solo ha aumentado la pobreza, sino que se ha producido un empobrecimiento general de la población que, entre otras consecuencias, ha arrastrado hacia bajo los umbrales de pobreza», aseguran.
En este sentido, por ejemplo, en el año 2009 una persona se consideraba pobre si los ingresos del hogar eran inferiores a 739,7€ al mes. En cambio, en este año 2016 se sitúan en 633,4€, por lo que el rango de personas con ingresos entre los 634€ y los 739€ han dejado de considerarse pobres sin que su situación haya mejorado.
Por ello, EAPN no comparte lo que defienden los políticos, como que el crecimiento del PIB implica atajar las desigualdades y que la creación de empleo es el mejor antídoto contra la pobreza. Y es que, estas reglas no se cumplen, ya que hay territorios con niveles de riqueza parecidos que tienen tasas de pobreza dispares o, al revés, territorios con índices de pobreza similares que registran niveles de riqueza diferentes. En el caso del trabajo como antídoto contra la pobreza, esto tampoco se cumple, ya que el 15% de las personas con trabajo están en situación de pobreza.
El informe también señala que la crisis ha menguado a la clase media. Y es que, hay 800.000 personas menos que en 2009, lo que supone un 1,7% menos. De ellas, 500.000 son consideradas ahora clase alta, bajando el límite entre la clase alta y media en 1.348€. De este modo, señalan, hacen falta menos ingresos que antes para considerar que alguien pertenece a una clase elevada, sin tener en cuenta si sus condiciones de vida han mejorado realmente. Y las otras 300.000 personas han pasado a un rango más precario.
En cuanto a los ingresos, también se han reducido notablemente desde 2009, aunque de manera desigual según la clase. Así, para la clase media y los grupos más pobres, esta reducción ha sido mucho más intensa que para otros grupos. La clase media ha reducido sus ingresos entre el 9 y el 13%, la clase alta un 7,5% y la clase baja ha perdido entre el 14 y el 25% de sus ingresos.