Según la organización Save The Children, la tasa de pobreza severa en la población infantil ha aumentado con cerca de medio millón de niños más en 2015 que en 2008. De este modo, la tasa afecta al 16,7% de los menores de 18 años en España, lo que significa que 1.390.000 niños viven en hogares donde los ingresos anuales no superan los 9.000€.
Por ello, Save The Children quieren insistir en la idea falsa que nos quieren trasmitir que estamos saliendo de la crisis y de que se trata solo de un espejismo. Y es que, los datos hablan por sí solos. En España, en 2015 los ingresos medios fueron de 26.092€, un 0,2% menos que el año anterior y un 9,4% menos respecto a 2008, cuando estalló la crisis.
Así lo demuestran también los últimos datos publicados por el INE en la Encuesta de Condiciones de Vida de 2015. El 22,1% de la población general y el 29,6% de los menores de 18 años viven por debajo del umbral de la pobreza, un umbral cada vez más bajo por la caída general de las rentas.
La llamada pobreza relativa sigue así creciendo. El porcentaje de niños en esta situación de entre 12 y 17 años de edad llega al 35,5%, una franja de edad muy crítica y fundamental para su trayectoria educativa o inserción futura en el mercado laboral.
Del mismo modo, la pobreza severa, que es la más preocupante, sigue también en alza. Hablamos de pobreza severa infantil cuando los niños viven en hogares donde la renta anual es inferior a 9.612€ al año.
«Los niños no están saliendo de la crisis, al contrario, los más pobres lo son cada vez más. Desde 2008, el número de niños que viven en situación de pobreza severa ha aumentado en casi medio millón, de 968.000 a 1.390.000 en 2015», afirma Andrés Conde, director general de Save the Children.
En España, 756.594 niños, o lo que es lo mismo, el 9,1% de la población infantil, viven en hogares que no pueden hacer frente al pago de los suministros de la vivienda (recibos de agua, luz, gas, alimentos, etc.) Antes de la crisis había un 40% menos de hogares en esta situación.
Así, un 3,2% de los hogares no pueden permitirse una comida de carne, pollo, pescado o equivalente vegetariano tres veces a la semana, lo que supone que unos 266.055 niños podrían estar sufriendo malnutrición en España; y un 11,3% de los niños sufren pobreza energética, es decir, casi 940.000 viven en un hogar donde no pueden mantener la vivienda con una temperatura adecuada.