Con motivo del Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza, que se celebra cada 17 de octubre, EAPN España ha publicado el séptimo informe sobre el riesgo de pobreza y exclusión, bajo el nombre ‘El Estado de la Pobreza. Seguimiento del indicador de riesgo de pobreza y exclusión social en España 2008-2016’.
El informe apunta que en España 12,9 millones de personas (27,9% de la población) se encuentran en riesgo de pobreza o exclusión social. Estos datos confirman los peores presagios, los resultados del riesgo de pobreza y/o exclusión en la población infantil siguen siendo muy elevados con respecto a los otros grupos de edad.
Así, entre los años 2009 y 2013, la tasa AROPE (tasa de riesgo de pobreza y exclusión social) para la población infantil, se mantuvo en torno al 32-33 %, es decir, entre cinco y siete puntos porcentuales por encima de la tasa media de la población. A partir del 2014, la tasa en los menores experimentó el mayor aumento de todos los grupos de edad, situándose en el 35,8 %.
En los dos últimos años, la tasa se ha reducido hasta situarse en el 32,9 %, lo que significa que en España, uno de cada tres niños sigue en riesgo de pobreza y/o exclusión social. Si hablamos de menores de 16 años, la tasa es del 31,70% y para jóvenes de entre 16 y 29 años, la tasa es la más alta, con el 37,60%.
La pobreza infantil ha sido un problema latente que hasta 2008 no caló en la sociedad debido a las altas tasas, y con la crisis se extendió y convirtió en una pobreza severa, afectando principalmente a los niños. Este hecho viene motivado por dos causas, la disminución de los ingresos en los hogares por la pérdida del empleo, y por las políticas de austeridad que afectan directamente a la infancia, como por ejemplo la sanidad y la educación.
Por otro lado, a pesar de que en 2016 hubo una reducción de casi dos puntos porcentuales de esta tasa AROPE, ésta está relacionada con la reducción del número de hijos por familia y del regreso al país de origen de la población extranjera.
Otro dato a tener en cuenta son las familias monoparentales, donde las tasas AROPE se disparan al 53%. Es decir, más de la mitad de las familias españolas monoparentales están en riesgo de pobreza y/o exclusión social. En este sentido, es irrisoria la prestación que establece el gobierno de 291 euros anuales (24,25 euros mensuales) por cada hijo a cargo o menor de edad acogido, siempre que los ingresos del beneficiario no superen los 11.576,83 euros anuales.
España es el segundo país de la UE con la prestación por hijo a cargo más baja, por lo que su revisión debe ser inmediata para aumentar su cuantía y extenderla a todas las familias que se encuentren bajo el umbral de la pobreza. Gracias a ello, se podría reducir considerablemente las tasas de pobreza infantil y mejorar la vida de millones de niños y niñas.